sábado, 25 de junio de 2011

El Googlish: ¿Estamos haciendo estúpido a Google?

El otro día hablábamos de Internet 3.0 o la web semántica: el futuro que iba a llegar hace 5 años, decían hace 15. El presente sigue siendo el 2.0, que para muchas cosas es muy similar al 1.0, no lo olvidemos.

Imaginemos. Imaginemos que tenemos un almacen de varios kilómetros cuadrados con estanterías de metros y metros de altitud. En el almacen tenemos de todo: libros, buzones de correos, latas de comida, joyas, mapas, bibliotecas, lápidas, ordenadores, pesetas, dólares y euros que todavía no han salido, un montón de álbumes de fotos, tapas de alcantarilla de Rusia y Marruecos y una tonelada de etcéteras de hierro.

Si Borges viera Internet...
Según han llegado esas cosas las han metido en cajas de diferentes tamaños, a veces organizándolos por tamaños, otras por colores, otras por dueños... Y los que trabajan en el almacén iban anotándolo en un catálogo. Pero nadie los coordinaba ni sabían cómo hacerlo. Así que cada uno lo ha hecho según Dios le ha dado a entender en cada momento. A veces recibían un picachu y anotaban en el catálogo "peluche de picachu"; cuando ya han catalogado 300 escriben simplemente "picachu" o "peluche"; al 500 ya no los catalogan uno por uno, sino que pone "paquete de peluches". De hecho algunos de los empleados se dan una vuelta a veces por el almacen y vuelven a catalogar los objetos que van encontrando, no vaya a ser que se les haya pasado. Aunque a lo mejor sí estaba en el catálogo y ahora lo tienen repetido...

Der Spiegel se hizo el listillo
Almacén de Almacenes, red de Redes. Y este blog no es más que una cajita perdida en él.

De pronto entró un currante con unas cuantas buenas ideas: Google. Encontraba las cosas antes y mejor que nadie. Todo el mundo empezó a preguntarle dónde estaba tal cosa, oye encuéntrame esto... De hecho todos los trabajadores del almacén empezaron a hacer el catálogo para que él encontrase todo más fácilmente. Con lo que le hicieron jefe supremo del almacén, aunque había empezado como uno más.

En la red, todos queremos tener más visitas, más gente en nuestras páginas. Alrededor del 80% de las visitas de cualquier sitio entran a través de Google. Así que si eres más visible para Google, serás más visible para el mundo. Entonces vamos a ponérselo fácil al Buscador. Antes, el buscador tenía que buscar la información por Internet. Ahora las páginas se tienen que hacer las encontradizas. No causarle problemas al Buscador, que no me mire raro, yo le hablo para que me entienda, en su idioma: en Googlish.

Lo llama SEO y no lo es, (oé oé oé) es Googlish. ¿Os pongo ejemplos de SEO=Googlish? Venga va: ¿por qué creéis que este blog tiene negritas dentro de los textos? Porque para Google las cosas que están en negrita son importantes (por eso y porque creo que ayuda a lecturas verticales, por cierto). Negrita = 'importante' si lo traducimos a Googlish. O por qué el título del post no es el mismo que el de la URL: porque es bueno tener pocas palabras y que sean clave en la URL. O porque he empezado el post diciendo "el otro día hablamos" y luego he puesto un link: porque Google contabiliza los links que van a las páginas y me da puntitos. Link = 'punto y minipunto' en Googlish.

Son ejemplos: lo mismo no estoy usando muy bien el SEO. Pero así tenemos una idea de por qué muchas webs tienen que repetir miles y miles de páginas para que Google las encuentre más fácilmente. ¿Por qué? Porque Google no se puede meter en bases de datos: nos las entiende. Las bases de datos son un dialecto que el Googlish no tiene. Lo que un sitio en Internet podría crear instantáneamente para cada usuario a través de programas y bases de datos, tiene que tenerlo colgado en Internet como archivos de texto para que Google lo entienda. Con lo que ocurre la siguiente situación:



El Googlish ¿deforma la red? ¿Cuánto? ¿Y cómo de malo es esto? ¿Hasta qué punto el Googlish condiciona nuestros textos, nuestra manera de escribir y nuestras estructuras? ¿Hasta qué punto yo soy responsable de hacer el trabajo que debería hacer Google? ¿Debería pagarme? ¿O me lo merezco porque es pura avaricia por tener más lectores? ¿Qué pasa con toda la buena gente que escribe buenos textos pero que no los saben escribir en Googlish? ¿Que se quedan detrás de un montón de resultados buenos o mediocres pero que berrean en Googlish?

En los últimos años se dice que Google nos hace stoopid porque nos lo pone fácil y gracias a él no tenemos que recordar nada. Pero en realidad somos nosotros quienes se lo estamos poniendo cada vez más fácil a Google. Así que ¿estaremos nosotros haciendo tonto a Google?

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lunes, 20 de junio de 2011

Gadafi Vidal, Mas El Asad: casta y terrorismo

Durante la semana que siguió al 15M, algunos medios internacionales compararon las protestas en España con las que se iniciaron meses antes en los países árabes, y en concreto, con la plaza Tahrir de Egipto.

Rápidamente los medios y los políticos españoles (ya sabéis, La Casta) se apresusaron en subrayar que esa comparación no tenía sentido porque España es una democracia y los países árabes no. Hasta La Casta francesa dijo eso: ellos tienen que saberlo muy bien, han apoyado a esos dictadores desde que esos países se independizaron.

Unas semanas después casi nadie se acuerda de la comparación. Pero quizás el esquema mundo árabe-España se puede extender a otros ámbitos. No creo que Sol se pueda comparar a la plaza Tahrir, pero ¿y el discurso de La Casta árabe y el de la española? Para los árabes son terroristas de Al-Qaida; para los españoles las comparaciones con guerrillas, ETA o terroristas en general son constantes.

Gadafi, dictador libio habla de Al-Qaida:


César Vidal, ""periodista"" español habla de ETA:

El Asad, dictador sirio habla de terroristas:


Artur Mas, president catalán habla de kale borroka:


Vale, aceptamos que la plaza del Sol no es Tahrir. Pero ¿Vidal no tiene la misma bocaza que Gadafi? ¿Mas no es un poquitín El Asad?

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sábado, 18 de junio de 2011

Yo #soy15m

Como parte del #15m me declaro una persona pacífica y condeno radicalmente todo tipo de violencia: la de los violentos infiltrados en nuestras manifestaciones, y la del Estado, que ha causado más dolor y heridos. Además, condeno la manipulación mediática que enfatiza la información sesgada, parcial o errónea con el propósito de demonizar a los ciudadanos.

Si me manifiesto en la calle es porque:
  1. Mi participación como ciudadano se ha reducido a votar a listas cerradas cada cuatro años para ver cómo los representantes de los ciudadanos no respetan lo prometido en su programa.
  2. Se hacen leyes a favor de grupos de interés en vez de hacerlas a favor del conjunto de la sociedad.
  3. Se invierten recursos públicos para ayudar a minorías poderosas, y no a quienes están pasando situaciones desesperadas ocasionadas por la especulación financiera.
  4. Los grandes partidos están más preocupados por mantener su poder que por ofrecer soluciones para superar esta crisis histórica.
  5. Está a punto de firmarse un “Pacto del Euro” que consiste fundamentalmente en medidas para reducir la inversión pública en servicios esenciales.
  6. Desde diferentes órganos del estado se ha insultado a los ciudadanos, e incluso se ha justificado el recurso a la violencia contra manifestantes pacíficos.
Como parte del #15m, acepto y respeto la diversidad ideológica del movimiento. Cuando participo en una manifestación no reclamo un régimen o una ideología en concreto, ni un modelo social no democrático, ni la eliminación de los partidos o los parlamentos. Lo que reclamo es una democracia mejor y más humana que, entre otras medidas, necesita urgentemente:

  1. Cambios en la Ley Electoral para permitir una mejor y más directa representación de los ciudadanos en los parlamentos y una mayor participación ciudadana en las decisiones importantes.
  2. Aprobación de una Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública para obligar a la publicación en formatos adecuados y reutilizables de todos los gastos, decisiones y reuniones con grupos de presión por parte de funcionarios y cargos públicos.
  3. Tolerancia cero a la corrupción de candidatos y cargos públicos, y controles ciudadanos para la exigencia de responsabilidad política.
  4. Separación clara, real y efectiva de los poderes del estado.
  5. Control fiscal efectivo de grandes fortunas y operaciones financieras; eliminación de privilegios fiscales a cargos electos.
  6. Políticas encaminadas a solucionar de forma efectiva los problemas hipotecarios y de vivienda.
  7. Servicios públicos de calidad, fundamentalmente salud, justicia y educación.
  8. Eliminación de las leyes que permiten el control administrativo de Internet. La red ha demostrado ser esencial para la libertad de expresión y para responder al peligro de manipulación mediática.
Por todas estas razones volveré a salir pacíficamente a la calle el 19 de junio, #19j.
Si estás de acuerdo, aprópiate del texto y divúlgalo (enlace al documento original)

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